domingo, 31 de octubre de 2010

Otros Lovers


Un conjunto no es sólo un grupo de amigos que tocan cuatro instrumentos y canturrean canciones de vez en cuando, en locales de ensayo, en escenarios... están también todos aquellos que hacen que el grupo exista, y no son necesariamente los que se ven. Están los seguidores, en primerísimo lugar, y después, también, están "los otros".

Sin Alfredo y Antonio, seríamos muy poca cosa. La calidad del sonido y los efectos de luces, se los debemos a ellos. Alfredo es un técnico capaz de convertir el chirriante sonido de un ensayo en una sinfonía de calidad, reproducible en cualquier auditorio. Antonio, con tres velitas y dos cerillas, y un par de bombillas de colores, montaría el juego de luces a los U2. Además, y para remate, son amigos. Buenos amigos. Si entramos en detalle, tengo que decir que cuando Alfredo coge el clavicordio, su instrumento preferido, es mejor borrar todo lo que he dicho anteriormente. Y Antonio tiene la sana costumbre de intoxicarme a menudo con los efectos de humo, pero así es el mundo del rock and roll. Cuando subo al escenario, saber que están es como sentirme arropado, y no me preocupo por nada.

En la foto (de Eva López, mi fotógrafa preferida), Antonio es el que se esconde tras las gafas de sol (exceso de horchata de chufa la noche anterior). Evidentemente, el que hace el indio -y de hecho, guarda cierto parecido con Daniel Boone-, es Alfredo. Son muy majos. Eso sí, no les déis de cenar a partir de media noche, y no les mojéis (con agua).

Ellos también son los Lovers, los Perfect Lovers.

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